Cuando hablamos de minería en Bizkaia, pensamos inmediatamente en el hierro, el mineral más explotado del territorio y un pilar fundamental para el desarrollo de la industria metalúrgica local. No obstante, Bizkaia no solo ha sido tierra de hierro; en menor medida, también se han explotado otros minerales menos conocidos que han dejado su huella. Un ejemplo destacado es la mina Ángela, cuyas aportaciones son igualmente valiosas.
Historia y explotación
En el valle de Karrantza, la zona minera de Matienzo cuenta con referencias que indican la realización de labores extractivas anteriores al siglo XVII. Sin embargo, la mayor actividad se produjo entre los años 1953 y 1977, en la que hubo hasta 70 trabajadores en activo.
Durante esta etapa, y hasta finales de 1964, la concesión minera perteneció a la compañía Sierra de Gredos S.A. A partir de 1965, la Compañía de Explotaciones Minero Industriales y Marítimas S.A. (CEMIMSA) arrendó los derechos de explotación hasta el cierre de la mina en 1977 debido al agotamiento de las reservas.
Existieron varias concesiones, María, Ángela, Esperanza, …, aunque actualmente la denominación utilizada para la zona es mina Ángela. La mina destaca por su rica variedad de minerales, lo que la convierte en un importante punto de interés geológico y minero. Durante su explotación, los trabajos de extracción se centraron principalmente en el aprovechamiento de la galena (sulfuro de plomo), la blenda (o esfalerita, sulfuro de zinc) y la fluorita (fluoruro de calcio), tres minerales de gran valor industrial.
Estos minerales se encuentran dispuestos en filones, que son antiguas fracturas tectónicas que se rellenaron con fluidos ricos en minerales, formando así vetas que atraviesan las rocas. Esta particular disposición geológica no solo proporciona una ventana al pasado tectónico de la zona, sino que también determina la distribución y la accesibilidad de los minerales explotados.
Para la explotación se abrió una galería rectilínea conocida como galería de arrastre, desde la cual partían las galerías de extracción que seguían las vetas de mineralización. La galería de arrastre servía para transportar al exterior el material extraído. Se han identificado hasta seis niveles de galerías a diferentes cotas, sumando más de seis kilómetros de túneles en total.
En el exterior, el mineral era procesado para lo que se construyó: una planta de trituración, una planta de lavado, una balsa de lodos, edificios de servicio y talleres.
Los Soplaos
Además de los minerales, la mina Ángela de Matienzo alberga fascinantes formaciones geológicas conocidas como soplaos. Se trata de cavidades kársticas naturales interceptadas durante la explotación minera. Destacan dos soplaos principales: la torca del Cuadradillo, al inicio de la galería de arrastre, y el espectacular Soplao de la Leona, hacia el final. Estos soplaos son particularmente atractivos por sus formaciones de espeleotemas, especialmente en el Soplao de la Leona, que está decorado con impresionantes estalactitas. Además de su interés geológico, la mina Ángela también es importante desde el punto de vista ecológico, ya que sirve como hábitat para los murciélagos. Estas cavidades mineras en desuso son un valioso refugio para la vida silvestre.
Puesta en valor y visita
Actualmente, la mina está abandonada y no existen concesiones mineras activas. Durante varios meses de 2006, se llevó a cabo una experiencia piloto para abrir la mina con fines turísticos. A raíz de los buenos resultados de esta prueba, en años posteriores el ayuntamiento realizó una serie de trabajos en el interior de la mina para mejorar la seguridad y poder incluir su visita entre los atractivos del valle de Karrantza. Lamentablemente, cuando solo quedaba pendiente acondicionar el espacio exterior, el proyecto quedó paralizado.
Nosotros pudimos acceder a las galerías gracias a una visita extraordinaria organizada por el Parketxe del Parque Natural de Armañon y al EVE (Ente Vasco de la Energía).
La mina Ángela de Matienzo representa un importante capítulo en la historia minera del País Vasco. Su transformación de explotación activa a atracción turística es un ejemplo destacado de cómo el patrimonio industrial puede ser preservado y reutilizado en beneficio de las comunidades locales. Ofrece a los visitantes una experiencia única que combina historia, geología y aventura subterránea.
Otras recomendaciones en la zona:
- Cueva de Pozalagua
- Parque Natural de Armañon
- Antigua fábrica de Dolomitas del Norte
- Patrimonio indiano
- El Karpín Fauna, refugio de animales que ya no pueden vivir en libertad