Puntos clave del artículo
Seguimos con nuestro viaje por Egipto y su patrimonio. Si has llegado aquí habiendo leído la primera parte, perfecto, si no, pincha para ir a la entrada Ondare Lagunak on tour: Egipto I.
Empezamos este articulo contando probablemente el momento más álgido del viaje, sabemos que os estamos diciendo que todo es espectacular e impresionante pero la visita a Abu Simbel es sin duda lo mejor del viaje.
El camino a Abu Simbel.
En el anterior articulo os contamos que el resto de compañeros de viaje ya habían estado en Abu Simbel, nos dijeron que era precioso pero que tuvieron que sufrir colas de 30 minutos o más para entrar en cada templo. Su impresión fue de demasiada gente. Nosotros aquí empezamos a ir por libre, en coche y con chofer y guía para nosotros solos.
Aquí empieza nuestro momento «estrella del rock» , dedicación exclusiva, aire acondicionado, un coche entero y moderno… a ver, lo que habíamos visto hasta ahora era más bien puertas atadas con cuerdas. Nos esperan unas 3 horas de carretera recta en medio del desierto en dirección a Sudan. Con tiempo para hablar, echar una siesta porque vistas no es que hubiera.
A medio camino paramos a descansar y comer algo, pero, al ver a nuestro guía rezar y recordar que estábamos en Ramadán no fuimos capaces de probar bocado, no lo íbamos a hacer delante de ellos al menos.
Llegamos al hotel Seti Abu Simbel. Situado en la misma isla que los templos es un complejo de casitas con piscina, tenemos tiempo de pasear por todo el hotel y bañarnos el la piscina antes de ir a cenar y al espectáculo nocturno.
Día
4
Abu Simbel
Nuestro primer contacto con los templos de Abu Simbel es nocturno, vemos un espectáculo muy bonito, en castellano, sobre la historia del lugar con imágenes proyectadas sobre los dos templos y listo. Aquí los dos nos quedamos perplejos, no hay posibilidad de ver ni entrar en los templos, no hay posibilidad de nada. Por lo que tomamos la decisión de la día siguiente ir a verlo por nuestra cuenta. Le comentamos al guía nuestra decepción y a lo que estamos dispuestos, para ver que le parece, y nos comenta que el se encarga de todo y que nos vemos por la mañana.
A la mañana siguiente, nuestro guía nos recibe con un par de entradas y una visita para nosotros en castellano. El resto de turistas ya se habían ido en los autobuses y estaríamos unas 20 personas en el templo, mejor imposible. El nuevo guía nos contó la historia de Abu Simbel con todo detalle.
Abu Simbel está compuesto por dos templos excavados en la roca. Es parte del museo al aire libre de Nubia y Aswan y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979.
El mayor de ellos esta dedicado a tres deidades, Ra, el dios Sol, Ptah, el señor de la magia, Amón, el dios de la creación y a un Ramses II deificado. En el exterior flanquean la entrada 4 inmensas estatuas de Ramses II, adornadas con las coronas del bajo y alto Egipto y unas más pequeñas que representas a la esposa preferida de Ramses II, Nefertari, a su madre y a varios hijos e hijas. La primera sala, la sala hipóstila esta llena de bajorrelieves que narran varias batallas en la que destaca la de Qadesh, en la actual Siria donde Ramses II lucho contra los Hititas. Al fondo podemos encontrar un santuario donde ocurre un curioso fenómeno solar.
Tal y como se construyó el templo, los días 21 de febrero y de octubre los rayos del sol penetran hasta el fondo del templo e ilumina a tres de las cuatro estatuas dejando al dios Ptah, relacionado con el inframundo, en la penumbra. (pero aquí hay trampa)
Día
5
Abu Simbel - El Cairo
El segundo templo, más pequeño, está dedicado a Hathor, diosa del amor y la belleza y a Nefertari, la esposa favorita de Ramses II. En el exterior tenemos 6 grades estatuas, 2 de Nefertari con atributos de la diosa Hathor y 4 de Ramses II con las coronas del alto y bajo Egipto, con Nemes y la corona Atef.
Reubicación de los templos
Los templos que ahora podemos visitar son los templos auténticos, pero no están en su ubicación original.
Construidos probablemente sobre el 1284 a.c. y, como muchos templos de Egipto, estuvo abandonado hasta que en 1817 el italiano Giovanni Belzoni lo localizó y saqueó. En 1956 se proyectó la construcción de la gran presa de Aswan, la idea era acabar con las continuas inundaciones que sufría el bajo Egipto debido al aumento del caudal de Nilo. Su construcción tuvo importantes consecuencias, provocando el desplazamiento de comunidades amenazadas ante el crecimiento de las aguas del lago Nasser y uy! muchos de los templos más antiguos de Egipto, entre los que se encontraba Abu Simbel.
Y claro, ni el gobierno de Egipto y el de Sudán tenían el dinero ni las técnicas para salvar a contra reloj todos estos templos, así que pidieron sopitas al resto del mundo. La UNESCO lanzo la campaña de salvamento de los monumentos de Nubia, donde se sumaron 50 pases para salvar 22 templos enfatizando así que el patrimonio arqueológico es patrimonio de toda la humanidad. Varios de estos templos fueron donados a países que colaboraron en el rescate. En Madrid podemos encontrar el Templo Debod, rescatado de las aguas del lago Nasser.
Tras la mañana en Abu Simbel, el viaje de regreso a Aswan en coche y el vuelo a la capital llegamos a El Cairo ya de noche y de camino la hotel, entre edificios aparece la gran pirámide de Keops, son unos segundos, pero suficientes para que el corazón se acelere y los ojos se cristalicen. Siento contaros que fue un pequeño brote de Stendhal, y que no volvió a ocurrir.
Día
6
El Cairo: Guiza - Memphis - Saqqara
Nuestra primera visita en El Cairo es el recinto de las pirámides de Guiza, que esta catalogada como patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1979 bajo el nombre de «Menfis y su necrópolis – Zonas de las pirámides desde Guiza hasta Dahshur».
Se calcula que tienen más de 4500 años y el recinto esta formado las tumbas de los faraones faraones Keops, Kefrén y Micerino. En un primer vistazo nos encontramos con la Gran Pirámide de Keops, la mayor de todas, a sus pies te das cuenta de lo realmente grandes que son. Le sigue la pirámide de Kefren, que es más pequeña pero curiosamente parece más grande que la primera ya que está a cota más alta. La tercera es la de Micerino, hijo de Kefrén y nieto de Keops. Les acompañan tres pirámides más pequeñas llamadas de las reinas.
Dimos un rodeo al recinto y varios compañeros pudieron pasear en camello por la zona de dunas.
De ahí nos dirigimos a Menphis, la primera capital de Egipto, donde su museo, mit rahina, guarda una gran colección de restos arqueológicos de las que podemos destacar una esfinge de alabastro de una pieza y una estatua incompleta, ya que le faltan las piernas, de Ramses II de 13 metros de altura.
Y para terminar el día, nos dirigimos a la necrópolis de Saqqara, donde yacen los faraones del imperio antiguo y encontramos el boceto de lo que después serán las pirámides, la pirámide escalonada de Zoser, diseñada por Imhotep.
Día
7
El Cairo: Ciudadela - Barrio Copto - Bazar
El tráfico en El Cairo debería ser Patrimonio de la (in)humanidad, 5 lineas de coches en una carretera de tres con gente en medio, vehículos abarrotados con las puertas abiertas… conducir en Egipto es un deporte de alto riesgo.
Llegamos a la ciudadela de Saladino, construida como fortificación para defender la ciudad de los ataques europeos sobre el 1176 y en 1976 fue proclamado por la UNESCO como parte del Patrimonio de la Humanidad de El Cairo Histórico.
Visitamos la Mezquita de Muhammad Alí, conocida como la mezquita de alabastro ya que buena parte del exterior esta construida con ese material. Al estar elevada respecto al resto de El Cairo entrar en este recinto es dejar atrás todo el caos y bullicio y es uno de los mejores miradores de la ciudad. El interior de la mezquita con sus lamparas de bola y el suelo ultra brillante te van a dejar sin aliento. Para entrar es necesario llevar cubiertas piernas y hombros.
Nos dirigimos al barrio copto, donde viven los cristianos de El Cairo, según la religión cristiana allí es donde se refugió la familia de Jesus durante su exilio. No dejes de ver la iglesia colgante, una de las más antiguas de El Cairo, esta construida sobre la fortaleza de Babilonia mediante pilares, de ahí su alias de iglesia colgante.
Y de ahí al Museo Egipcio, que nos cuentan que esta medio desmantelado por el traslado de los objetos y momias al nuevo museo, así que nos preparamos para ver poca cosa… Nada más lejos de la realidad, cada 20 cm. había una esfinge, una estatua, un objeto o una momia. Puedes pasar 3 días allí y no terminar de ver todo. Y entramos en el ala de Tutankamón, de sobra sabéis que no fue nadie destacado y que su fama lo debe a que su tumba se encontró intacta siendo el mayor hallazgo con más de 5000 artefactos y su famosa mascara funeraria de oro macizo. He de decir que impacta mucho estar delante de ella, aunque la hayamos visto mil veces en la portada del National Geographic. Es quizás lo más impresionante que haya visto.
Y para terminar el día nos perdimos por el bazar Jan-el-jalili. Debido a que estábamos en Ramadán muchos puestos estaban cerrados y nuestra experiencia no fue la mejor del mundo, nos tomamos, perdón, pedimos un café turco en el café de los 1000 espejos, el café Fishawi, que lleva abierto mas de 200 años.
Intentamos terminar el día viendo el espectáculo de luces de las pirámides pero… en esta época no hay todos los días.
Valoración del viaje a Egipto
Egipto es un país impresionante, sabiendo ahora como son este tipo de viajes organizados, que te dan 20 minutos para ver el conjunto y pasas una hora en sitios como el «instituto del papiro». Quitando esas excursiones de turismo de los 90 para que compres cosas innecesarias a precio de oro, el viaje fue espectacular. Volveríamos sin dudar, pero por libre.
También tendríamos en cuenta las fechas del Ramadán, ya que para las 14 de la tarde cierran todos los museos y templos.
Un acierto fue ir fuera de las fechas de vacaciones, aún así creo que en Egipto hay turismo los 365 días del año.
Volveremos ya que ha quedado mucho por ver.
