La historia de Zerain está íntimamente ligada a la explotación del hierro, actividad que se remonta al siglo XI. Durante siglos, las minas de hierro de Aizpea fueron el motor económico de la región. Este pasado minero ha dejado una huella indeleble en el paisaje y la cultura local, convirtiendo a Zerain en un destino imprescindible para los apasionados del patrimonio industrial como nosotros.
La Montaña del Hierro
Las minas de Aizpea se extienden por 150 hectáreas dentro del Parque Natural de Aizkorri-Aratz. En este extenso complejo minero podemos encontrar canteras, galerías, planos inclinados, vías férreas y espectaculares hornos de calcinación, así como el Centro de Interpretación Aizpitta que ofrece mucha información sobre la historia del entorno.
La historia de la explotación del mineral de hierro en Zerain comenzó en el siglo XI, realizándose inicialmente al aire libre mediante pequeños hornos, hasta que, con el desarrollo de las ferrerías hidráulicas, se comenzó a trasladar el mineral extraído a las ferrerías del alto Urola y alto Deba, mucho más eficientes.
En el año 1512, los Reyes Católicos otorgaron a la familia Otalora de Aretxabaleta el derecho de explotación de las minas, manteniéndose en manos de dicha familia hasta 1826. Además de hierro, también se ha extraído plomo de estas minas. Fue en el siglo XIX, durante las Guerras Carlistas, y era utilizado para la fabricación de munición.
A finales del siglo XIX la explotación fue transferida a la empresa inglesa The Cerain Iron Ore Company Limited que modernizo el sistema de explotación. En 1932, la explotación de las minas pasó a manos de la empresa alemana Aralar y posteriormente, en el año 1941, la fábrica de Patricio Echeverría de Legazpi (fabricante de las herramientas Bellota) se hizo cargo de ellas hasta 1951 que cerraron definitivamente.
Los elementos más llamativos de esta Montaña de Hierro son los hornos de calcinación y el tranvía aéreo. Los hornos se construyeron a principios del siglo XX y eran utilizados para calcinar los carbonatos de hierro extraídos de las minas. De este modo se conseguía elevar la ley del mineral, el porcentaje de hierro. Una vez calcinado, el mineral era trasladado mediante un tranvía aéreo hasta Mutiloa, desde donde se transportaba en tren hasta Ormaiztegi. Existió un segundo tranvía aéreo construido por la compañía Aralar, que transportaba directamente el mineral hasta Ormaiztegi. Las estructuras actuales corresponden a este segundo tranvía.
La serrería hidráulica de Larraondo
Otro punto de interés de Zerain es la antigua serrería hidráulica de Larraondo. Esta instalación, cuidadosamente restaurada, permite comprender el funcionamiento de estas ingeniosas máquinas que aprovechaban la fuerza del agua para accionar las máquinas con las que trabajaban la madera.
Comenzó a funcionar en 1890 y estuvo en activo hasta 1960. A pesar de su antigüedad, su maquinaria (torno, cepillo, esmeriles, piedra de afilar, taladro, …) sigue funcionando perfectamente como lo demuestran en las visitas guiadas. La instalación dispone de dos turbinas, una generaba electricidad y la otra mueve los ejes de transmisión de la maquinaria.
Heredando el trabajo con madera de esta antigua serrería, a escasos metros se encuentra las modernas instalaciones donde se fabrican las innovadoras bicicletas de madera Axalko.
Un restaurante con cárcel
Quizás uno de los elementos más curiosos del patrimonio de Zerain sea su antigua cárcel del siglo XVIII. Este edificio de 1711, único en su tipo en Gipuzkoa, tiene recubiertas las paredes con un entramado de tablas de roble para aumentar la seguridad y evitar fugas.
Actualmente ha sido reconvertido en el Restaurante Ostatua, y los comensales tienen la oportunidad de disfrutar de la gastronomía local incluso en la propia mazmorra.
Museo Etnográfico de Zerain
El Museo Etnográfico de Zerain es un punto clave para comprender la vida y tradiciones de sus habitantes. Inaugurado en 1993, este museo alberga más de 200 objetos que ilustran la historia de la localidad, desde la agricultura y el pastoreo hasta la época minera. Se pueden explorar diversas secciones que incluyen utensilios, muebles y documentos, así como una proyección que ofrece una visión general sobre la vida en Zerain. Este museo no solo resalta el patrimonio material, sino que también celebra las costumbres locales, como los juegos tradicionales y la música folclórica del Euskal Herria.
Zerain es un testimonio vivo de cómo un pequeño pueblo puede preservar y poner en valor su patrimonio industrial y cultural. Su compromiso con la conservación y la interpretación de su historia lo convierte en un destino único para aquellos interesados en el patrimonio industrial, la cultura vasca y las experiencias auténticas.
Otras recomendaciones en la zona:
- El bisabuelo del pintor Francisco de Goya era natural de Zerain. Cantero de profesión, se trasladó a Zaragoza a trabajar, y allí formó su familia. Hoy en día descendientes de la familia Goia siguen viviendo en el caserío donde creció el bisabuelo, justo enfrente de las Minas de Aizpea.
- En octubre, aprender el proceso de producción de la sidra durante la Semana de la Sidra que se organiza en el Caserío Museo Igartubeiti
- Via Verde Mutiloa-Ormaiztegi
- Visitar el Conjunto Monumental Igartza en Beasain
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